México, 14 abril, 2017 (EFE). La gastronomía transforma los tiempos de penitencia y renovación en un festín durante la Cuaresma, dándole otro estilo a la cocina mexicana con platillos basados en carnes blancas, mariscos y verduras que satisfagan el alma y el paladar en estas fechas santas.
David Carbajal, capitán del restaurante de comida mexicana Villa María, comenta a Efe que "la gente ya no se inclina a comer únicamente carnes blancas esta temporada, pero sí les sigue dando preferencia".
Por su experiencia laboral, cuenta que hace veinte años 5% de la gente no guardaba la abstinencia de carnes rojas en la Cuaresma, mientras que hoy la proporción es de aproximadamente 40%.
Villa María fusiona lo tradicional y lo contemporáneo para crear novedosos platillos para los comensales en esta temporada.
"El menú de Cuaresma es para satisfacer más el paladar y no crear algo tan tradicional, aunque mantenemos en el menú los romeritos con mole negro de la casa y el bacalao estilo Villa María", dice Carbajal.
Añade que "cuando llega la temporada la gente empieza a buscar lo clásico imperdible; buscan alternativas pero vuelven a lo tradicional".
De acuerdo con el capitán, "de momento son platillos ricos y novedosos, pero nunca van a cambiar a los clásicos".
"Damos propuestas que pueden variar año con año, pero los tradicionales de Cuaresma siguen generando más ingresos", señala.
Esta casona colonial complementa su menú de la temporada "con una sopa de pescado al guajillo con hierbas típicas, un chile ancho relleno de bacalao con un espejo de frijol creando una rica armonía, además de tacos de camarón y pulpo adobado con tortilla de maíz azul".
En el restaurante La Mansión ofrecen desde 1957 una variedad de cortes de carne que son la especialidad de la casa, y para los creyentes y los antojadizos ofrecen tacos de pescado rebozado, brocheta de pulpo al pastor y lomo dorado al cilantro.
La Ciudad de México es la principal productora de romeritos, hierba mexicana acompañada de mole y tortitas de camarón, que reflejan el mestizaje a través de sus ingredientes prehispánicos como el maíz, el frijol y el chile con los de otras culturas.
Los más de 300 mercados de la capital mexicana se abastecen de productos de temporada como productos del mar, verduras y hortalizas para esta época de abstinencia carnívora.